Como apasionado del concepto de la innovación disruptiva y de su impacto en el mundo de los negocios no dejo pasar la oportunidad de conversar con los alumni de EADA sobre las últimas tendencias y sobre sus experiencias empresariales. Estas últimas semanas he hablado con dos de ellos sobre sus interesantes iniciativas relacionadas con el mundo de la innovación disruptiva.
Pero antes de compartir sus casos, me gustaría recuperar un aspecto recurrente cuando uno habla de la innovación disruptiva y es su inmediata asociación con la innovación destructiva. Siempre que imparto una sesión sobre esta temática me doy cuenta que la sala se divide en dos partes: los defensores y los proactivos. Los primeros relacionan el concepto de disrupción con “destrucción”. Por el contrario, los proactivos –que no son sólo emprendedores– ven una oportunidad de servir necesidades no satisfechas más que cualquier otra cosa.
La teoría de la innovación disruptiva propone dos opciones; la de bajo precio y la de nuevo mercado. La primera la encontramos en los bancos totalmente digitales o las compañías aéreas de bajo coste mientras que la segunda es la que hace posible que no-clientes se conviertan en clientes. Buen ejemplo de esta segunda opción es lo que hizo Tata hace ya diez años con su automóvil de 1.700 euros en India, consiguiendo que aquellos que nunca podrían haber aspirado a un coche tuvieran acceso al mismo.
Innovación disruptiva para regularizar a los empleados

Y ahora sí, vayamos con estos dos interesantes ejemplos que claramente se sitúan en la parte proactiva de la ecuación. Por un lado se trata de Symplifica, una plataforma electrónica colombiana que permite a las familias con empleados domésticos la afiliación, la liquidación y el pago de Seguridad Social de estos trabajadores de forma simple y cómoda. Nuestra alumna Salua García Fakih, cofundadora de la empresa, recibía tan sólo dos años después de su lanzamiento el reconocimiento por parte de Smart Capital como emprendimiento de alto impacto social.
Symplifica ha sabido convertir en una oportunidad una enorme necesidad detectada, porque apenas el 24% de los empleados del hogar tenía contrato legal en el momento de su lanzamiento. El 86% restante corresponde a unos 570 mil empleados domésticos, según datos del Ministerio de Trabajo del mismo país.
Salua, a quién he tenido también en clase, es claramente una de esas personas que ve la innovación disruptiva como una gran oportunidad para servir mejor a los clientes (en su caso empleadores y empleados) y, a la vez, conseguir una tracción que le permita levantar un negocio que emplea, en poco más de un año, a más de 30 personas. Symplifica es claramente una innovación disruptiva de nuevo mercado: gracias a su “simplicidad” (una de las variables clave en este tipo de innovación) los empleadores regularizan a los miembros de su personal y estos consiguen proteger sus derechos como empleados.
Innovación para salvar vidas

Por otro lado y desde la perspectiva multinacional, que también está de lleno en la carrera de la innovación, tenemos el caso de Medtronic. Este caso lo conocí de la mano de Sergi López, un extraordinario ejemplo de cambio profesional pues, tras su MBA, colgó su bata de enfermería para asumir cargos directivos. Sin entrar en aspectos técnicos, que se alejan del enfoque en innovación del post, se puede ver claramente cómo esta multinacional ha sabido enfocar su esfuerzo en algo tan relevante como el ictus, la segunda causa de muerte en España. Según datos de la compañía cada año más de 1.6 millones de personas en Europa sufren un ictus (sólo un 5% de estos reciben tratamiento) y se estima que uno de cada 6 ciudadanos sufrirá esta temida enfermedad a lo largo de su vida.
¿Es esto un gran problema? En innovación grandes problemas igual a grandes oportunidades. Medtronic fue la primera en introducir la trombectomía mecánica, que también otras empresas realizan en la actualidad. Su procedimiento es rápido y sencillo: un catéter viaja desde la femoral hasta las arterias centrales del cerebro y al chocar con el trombo sanguíneo despliega un stent para capturarlo y extraerlo. De esta forma se duplica la recuperación de las funciones fisiológicas y cognitivas del paciente de ictus. Hasta que esta empresa entró en este segmento, el ictus se trataba sólo con fármacos. En estos momentos, se combinan ambos métodos para mejorar las posibilidades de recuperación de los enfermos.
De nuevo, y en relación con la innovación disruptiva, este es un nuevo ejemplo de innovación de nuevo mercado que en este caso pretende conseguir algo mucho más importante que convertir a “no clientes” en clientes.
Ambos ejemplos de innovación disruptiva de nuevo mercado nos aportan cosas realmente interesantes. La innovación disruptiva sucede en emprendimientos digitales y en grandes multinacionales. Del mismo modo, la innovación disruptiva no trata sólo de ofrecer al mercado algo más barato y sencillo (aspecto que sí se considera en la de bajo coste) sino que encuentra su máximo exponente en el descubrimiento, en la conversión en clientes –o mejor dicho, dar oportunidades de serlo– a aquellos que hasta la fecha no las tenían.
Artículo escrito por Jordi Díaz, Associate Dean de EADA Business School.